jueves, 28 de enero de 2016

La verdadera máscara del humor

Bienvenidos sean todos aquellos deseosos de múltiples infinitas curiosidad que, circulan, de  un lado a otro en este mar furioso dentro de las inmortales y profundas aguas de la red. Como sabéis, hace, aproximadamente, más de un mes, se realizó una entrada la cual, iba en honor al concepto del famoso y consumido cómic. Así, tal y como se dijo en la entrada anterior, este elemento presenta unos claros aspectos que lo hacen ser miembro inamovible dentro del mundo literario en el que sustenta el lector. Cuando hablamos de cómic, hablamos sobre algo que simples dibujos y bocadillos los cuales, crean el diálogo que genera el argumento de la historia. Así, dentro de un tebeo, existe una forzosa labor la cual, seguramente, no pasa desapercibidas a ojos de aficionados. Por otro lado, es un error englobar la figura del tebeo dentro del ámbito humorístico, pues, si bien es cierto que, gran número de dibujantes españoles, se centro en las risas que producen sus personajes, en algunos casos, un lector consumado puede llevarse gratamente un peculiar sorpresa, al darse cuenta de que algunos tebeos, de los que leía en su juventud, mantiene un profunda conexión con otras producciones más antiguas. En esta ocasión, voy a hacer una especial comparación con el famoso tebeo del dibujante español, Francisco Ibáñez, el tebeo de 13, rue el Percebe. 
En primer lugar, hay que entender este tebeo como un conjunto de secuencias que, aún pareciendo pasivas, se integran varias acciones llevándose a cabo en el mismo tiempo. De esta forma, Ibáñez, no muestra un tebeo el cual, nos muestra de forma inteligente, las distintas vivencias y aventuras que cursan el variado surtido de personajes presentados en esta obra. Así, todas las aventuras trascurren en un, aparentemente tranquilo bloque 13, de la calle Percebe. Dicho edificio se nos presenta como un bloque de cinco pisos, y en cada, piso o segmento, suceden diferentes historias. En primer lugar, tenemos la planta baja en el cual, esta la tienda que frecuenta los ciudadanos del barrio y la portera, en la primera planta aparecen dos pisos, en el primer hay un veterinario y en el segundo, un mujer el cual ofrece sus habitaciones restantes a alquilados. Dentro de la segunda planta, tenemos a una mujer mayor, cuya única compañía son un par gatos que tiene, en el otro piso, se nos presenta a un chiflado científico que, esta sumamente cerca de ser un versión satírica del científico Frankenstein, de la obra de Mary Shelley. En la tercera planta, aparece un matrimonio de ladrones y el siguiente piso, un mujer divorciada que cuida a sus tres hijos los cuales, son bastante gamberros. Por último, observamos una azotea  en la cual, vive un inquilino moroso que, con gran astucia, siempre se libra de pagar el alquiler a sus, cada vez más, numerosos casero y acreedores. 

Secuencia de Navidad de 13, rue del Percebe. Fuente: Google 

Sin duda, como se puede observar se nos presentas un repertorio de sucesos y, en los que la mayoría, son dentro de ámbito humorístico e ingenioso. Como el tendero que tima a sus clientes, las diversas secuencias del hombre que vive en la alcantarilla de la calle, y otras más. Sin embargo, si se entona un buen ojo analítico, estamos ante una clara crítica de la sociedad y de la pobreza civil. Hay que comprender que estos relatos se generaron en pleno régimen franquista; por lo que, en mucha de las páginas, se nos muestra las distintas vivencias de estos personajes. De hecho, una de las anécdotas más interesantes de este tebeo, es que, cuando Franco, comenzó a leer estas historias, entonó una fuerte rabia hacia el personaje de la segunda planta, el científico; pues, en más de una ocasión, se le veía creando enormes y curiosos monstruos. De esta manera, Franco exigió la censura de dicho personaje bajo el pretexto de que solo Dios podía crear vida. 

Sin embargo, ahora es interesante hacer un tranquila y rápida comparación con una ilustración realizada en 1847, dentro de la revista Seminario pintoresco español. En el cual se nos relata un bloque bastante semejante en lo que aspecto y vivencia se refiere. Así, presenta el peculiar sistema de "abajo a arriba" mientras que la planta de abajo poseen mayor adquisición económica, los de las plantas superiores presentas grandes problemas. Esta ilustración se enfoca en una noche de Navidad en Madrid. Esta forma de dibujo y de presentarnos un conjunto de personajes se denomina visión panóptica. 

Noche de Navidad en Madrid. Fuente: Hemeroteca Digital Hispánica
Así, podemos observar, como las vivencias que se nos presentan bajo una dura realidad de la época, no se diferencia del tebeo del que hemos hablado. Así, mostrado, desde un enfoque sátiro y humorístico, divisamos como 13, rue del Percebe, aparecen diversos aspectos bastante semejantes a la crítica de la pobreza y al engaño y al aprovechamiento de las personas. Sin mencionar, que la nominada visión panóptica también se nos presenta en este tebeo.

Dentro del periodismo, se puede leer la noticia de enero del 2015, en El País, en la cual, expone el largo y famoso recorrido artístico que ha tenido el dibujante de esta obra y de muchas otras, Francisco Ibáñez el cual, de sus 78 años, ha llevado 56 de ellos creando esos personajes que, muchos, recuerdan con añoranza; además, de hacer un análisis de otra obra, y quizás la más conocida de este dibujante, Mortadelo y Filemón. 


Cabecera de EL País. Fuente: Google


"No soy dibujante, sino historietista, que es la unión de dibujante y guionista" (Francisco Ibáñez) 

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