viernes, 15 de enero de 2016

Elemental, mi querido lector

Bienvenidos sean todos aquellos navegantes que se embaucan, una vez más, en estas propicias e infinitas aguas que sustenta la infinita variedad que proporciona este inefable y fructífero mar nombrado la red. Dentro del colosal mundo de la Literatura, existe una amplia diversidad de personajes, algunas, mostrando un impresionante carisma el cual, quien lee sus andanzas y personalidad, termina quedando incondicionalmente preso de sus incisivos pensamientos que marcan una gran originalidad. De esta manera, hoy se va a hacer una especial entrada a uno de esos entrañable y peculiares personajes que han surcado los confines de nuestra mente desde el mundo literal. De esta manera, esta entrada va dedicada al Sherlock Holmes.

 En primer lugar, este personaje fue criado bajo el seno escocés, en 1887 por el escritor Arthur Conan Doyle, Hay que entender este personaje, como un ser el cual se integra una excelente capacidad de deducción, cierta habilidad que, sin duda, le es de grata utilidad dentro de su oficio de detective. Así, este carismático personaje nació en Londres, en 1854. Mientras que su padre era un reconocido hacendado inglés, su madre pertenecía una elegante familia de pintores franceses. La idea de que Sherlock Holmes es hijo único es totalmente errónea; pues, éste tiene dos hermanos de bastante recatación social. Por un lado, esta su hermano mayor Sterrinford, y su hermano mediano, Mycroft.
Durante su madurez, forma parte del cuerpo universitario, cursando amplias y diversas asignaturas como: Música, Derecho o Química. Es en esta etapa de la vida cuando empieza a florecer, poco a poco, ese entrañable Sherlock que todos, posteriormente, conoceremos en el gran número de novelas, pues, durante su periodo universitario, comienza a realizar pequeños trabajos de detectives. Además, durante este tiempo consigue integrarse en el grupo de teatro de la universidad de Cambridge. Esto, sin menor duda, le servirá, en el futuro, para la invención de personaje que le harán ganarse el suculento título del maestro de los disfraces. 


Grabado de Sherlock Holmes. Fuente: Wikipedia 

Mas adelante, en 1881, conoce al que sera su inseparable ayudante de aventuras de misterios, al famoso Watson. A priori, Sherlock, presenta un comportamiento bastante peculiar. En primer lugar, es fino y recatado, comportamiento que, sin duda, le viene heredado de su elegante familia. Por otro lado, desconfía absolutamente de todas las mujeres, siendo, en ocasiones, especialmente brusco en sus expresiones y conversaciones. Además, de ser un genio en la deducción metal y en el arte del disfraz, es un prodigioso violinista, el cual lo muestra, en varias ocasiones, con un Stradivarius. Por último, un de los mayores factores que definen a este persona es, su especial obsesión por fumar, el cual hace gala teniendo siempre a mano una pipa.
Sin embargo, la vida de Sherlock no será fácil, ya que, entre las incisivas sombras del crimen, existe un personaje el cual, es ámbitos de intelectualidad, compite con total igualdad con nuestro amigo. Su nombre es James Moriarty, el cual, aparentemente, parece acabar, en una situación, con la vida de nuestro detective, en la obra El problema final. Sin embargo, nuestro personaje vuelve a parecer en escena, en la famosa obra La casa vacía, la cual, Sherlock, de nuevo, coge su sombrero y se dispone a volver al mundo del crimen para volver a conseguir esa afamada reputación. De esta forma, Moriarty retoma su aparición a algunas de las posteriores obras convirtiéndose en el indudable antagonista principal de estos relatos.
Después de varios años de intriga, de misterio y de descubrimientos dados de la mano de Sherlock, éste confirma su jubilación en Sussex (Nueva Jersey), el cual termina el resto de sus días estudiando filosofía y apicultura; posteriormente, en 1914, justo a comienzos de la primera guerra mundial, se pierde el paradero de nuestro intelectual amigo.

El profesor James Moriarty. Fuente: Google


Dentro del periodismo, en febrero de 2015, el periódico El país, publicó una noticia el cual, argumentaba el descubrimiento de una obra de Sherlock Holmes encontrada en el trastero de la casa del escocés jubilado Walter Eliot, residente en Selkirk (Escocia). El cual, ojeando un vieja pila de libros que permanecía guardada durante varios años en su trastero, encontró un pequeño relato de Sherlock Holmes de, aproximadamente, unas 1500 palabras, titulado Descubriendo los burgos de la frontera, y por deducción, el bazar de brigadier. Así, esta obra, se había dado por perdida hace más de 100 años.

Cabecera de EL País. Fuente: Google


En conclusión, se puede destacar que, Sherlock Holmes, pertence a ese peculiar y característico grupos que, atraen de una forma totalmente impecable, desde el inicio de sus elocuentes páginas hasta los nostálgicos y efímeros letargos que marcan el final de una magnífica carrera en los confines del mundo literal y de nuestra imaginación. De esta manera, nos despedimos de este detective el cual seguro que atrapó la atención de muchos de forma plenamente elemental.

"La mediocridad no conoce nada más alto que sí misma; pero, el talento reconoce al genio" (Sherlock Holmes) 

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