jueves, 19 de noviembre de 2015

Nunca más

Bienvenido de nuevo a estas profundas aguas, queridos navegantes deseosos de desvelar los intricados parajes que posee estos mares sumamente extensos e innumerables. Es posible que algunos de vosotros; bueno, la gran mayoría, haya experimentado en alguna ocasión la incalmable tragedia de perder a un ser querido. Ese sentimiento que quema cada fragmento de tu cuerpo, ese llano aguda que se oculta en la parte más cavernosa de nuestra alma, que solo es comparable con el duro e incisivo pinchazo que se genera en nuestro corazón provocando en este un desesperado consuelo; y a la vez,


un profundo e inapagable estado de letargo. Todas estas emociones mencionadas son extremadamente aumentadas si se trata de la pérdida de una persona la cual has experimentado la sensación de aquella traicionera y rápida flecha lanzada por Eros, o como la mayoría suele llamarlo, el amor. En primer lugar, esta entrada va dedicada a una obra que, si bien es cierto de que no posee una extensión muy grande, posee, en cada palabra, un gran valor significativo; además de una notable reflexión después de haber terminado de leer la obra. Así, voy a hablaros de una de las obras más famosas del importante autor romántico, Edgar Allan Poe . Así, voy a hablar del poema que, quizás, fue la obra la cual consiguió atraer a un mayor número de personas al mundo creativo de este escritor.El cuervo, que fue escrito en 1845.

Para empezar, hay que mencionar a Edgar Allan Poe, como el precursor de la Literatura fantástica de horror; es decir, de grandes obras como, El gato negro, El corazón delatador o William Wilson, este escritor ha generado un nuevo innegable estilo marcado por una peculiar fuerza y personalidad. Se casó con Virginia Eliza Clemm, su prima. Tras el fallecimiento temprano de ésta, Edgar se asumió en una tristeza que no terminó de abandonar del todo el resto de su vida. Esto conllevaría a la inspiración de muchas de sus obras. Durante parte de esa vida, dedicaba parte de su tiempo a escribir y al alcoholismo. Finalmente, con 40 fue visto en Baltimore, donde, algunos juran, haberlo observado con una gran agonía hasta que, en un hospital local, falleció. Después de haber hablado, de forma breve parte de su vida, es hora de hablar de la obra mencionada y por la cual, está dedicada esta entrada.

La entrada del cuervo. Fuente: Wikipedia 
La obra comienza en salón del narrador el cual, esta leyendo un libro tratando de olvidar a su difunta amante, Leonor. En ese mismo momento, comienza a escuchar un ruido proveniente del exterior, éste poco a poco, intenta mantener la calma, suponiéndose de que tan solo se debe a algo totalmente normal; sin embargo, comienza a inquietarse, hasta que percibe de que el ruedo se ubica en la ventana. Así, el narrador hace amago de valentía y la abre. De ella sale un oscuro cuervo que comienza a revolotear por la sala mientras entonaba la famosa frase: "nunca más". El narrador empieza a sentir un especial interés hacia aquel pájaro; más, éste comienza a perder la paciencia ante la dura presencia del cuervo que, a cada cuestión que éste le hace, solo se limita a responder nunca más. Así, posado en un busto de Atenea, consigue hacer rebosar la paciencia y cordura del narrador que comienza a intentar echar al cuervo de la sala. La acción acaba cuando el narrador, en un último acto de súplica, pregunta al cuervo si podrá reunirse con su amada. Éste se limita a responder... Nunca más. Finalmente, el cuervo sigue posado sobre el busto de Palas Atenea con la mirada fija al narrador sin que el alma de éste pueda moverse nunca más. 

En primer lugar, hay varios aspectos importantes en esta obra. La primera es la presencia del cuervo que, de forma totalmente ingeniosa, presenta dos papeles. Por un lado, cumpliendo su función premonitoria que caracteriza a su especie en las mitologías indoeuropeas, y, por otro lado, la tristeza y la locura que el narrador tiene a causa de la perdida de su amada. Así, a cada nunca más que emite el cuervo, incrementa más la realidad que el narrador evade. A su vez, la aparición del busto de Atenea, diosa de la sabiduría. Cuando el cuervo se posa sobre este busto simboliza la total supremacía de la locura que se impone a la gran erudición del narrador. Por último, la presencia en la obra de Leonor puede ser la presentación de dolor que Edgar tiene por la pérdida de su esposa. Algunas de estás ideas son plasmadas en la revista cultural española, Prisma. Además, la dificultad de ocultar la realidad que, de forma tan prodigiosa nos la plasma este escritor, muestran el pensamiento de la necesidad sobre el esforzado intento de seguir con la monotonía.
Cabecera de la revista Prisma. Fuente: Hemeroteca digital hispánica 


Así, Edgar, marca de una forma profunda la sensación de pérdida de ese ser querido y de como esa realidad puede hacer que, hasta el hombre más cuerdo del mundo, caiga preso de la locura y la desgracia, sin que pueda salir de ahí nunca más. Sin duda, una obra fascinante que, con pocas páginas, consigue generar una gran sensación al lector que, al igual que el cuervo, hace que nuestras mentes revoloteen en nuestra inquieta conciencia para no volver a ser la misma nunca más. 
Cuando el narrador abre la ventana. Fuente: Wikipedia
Los Simpsons: El cuervo 

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