viernes, 6 de noviembre de 2015

El secreto de Lycaon

Bienvenidos sean todos aquellos navegantes que han encallado en las propensas e infinitas aguas de la red. Para los que hayáis observado algunas de mis anteriores entradas, realicé hace unas semanas una que titulada Vampiros, de leyenda a Literatura. En la cual, tal y como se presenta en el título, hice un aportación sobre el origen de este llamativo. El cual, sin detenerse realizó prodigiosos pasos desde su hogar como leyenda hasta los sinuosos entresijos de la Literatura. Sin duda, y como ya he mencionado antes, es gratamente sorprendente del como, el alma creadora humana acoge un ser de leyenda y lo ubica en las entrañas de su prodigiosa mente creadora, hasta el punto de, crear esas fantásticas y grandiosas historias que en la actualidad se han observado y analizado bajo el prisma de "obras de artes". En esta ocasión, voy a hablaros de otro ser de leyendas el cual, al igual que el vampiro ha conquistado los corazones y mentes de muchos amantes de las novelas o películas de terror. Un ser el cual, en muchas ocasiones, nos lo han impregnado bajo un aro de notable discordia y rivalidad hacia su compañero el vampiro. En esta entrada hablaré sobre el origen y el paso a la Literatura que ha sufrido el hombre lobo.


Durante parte de nuestra vida, hemos sido testigos, en los entresijos ocultos y extensas creaciones, ciertas manifestaciones sórdidas y espeluznantes las cuales, con total facilidad, ha hecho estremecer, de manera devastadora los corazones de algunas en más de una ocasión. Desde luego, la peculiaridad en la cual, el ser humano genera un notable miedo hacia aquello que resulta desconocido o fuera de lo normal, está expresado de forma constante en las emociones que desprendemos cuando leemos o vemos algo relacionado con ser sobrenaturales, con en este caso, el hombre lobo. Antes de nada, querría, aunque no creo que sea necesario, comentar las características y cualidades más importante e interesantes de este ser.

El hombre lobo es un ser el cual, presenta una gran semejanza morfológica con la de un lobo; sin embargo, este posee un mayor tamaño; además, de una fuerza descomunal y de una notable agresividad con la que, sin miramientos, lanzará contra cualquier ser que este en su sanguinario camino. Quizás. una de las cualidades que más llaman la atención en este ser, mitad lobo y mitad humano, es que, los días en los que no hay luna llena, se presenta como un ser humano corriente, sin ningún ápice de agresividad en sus engañosos ojos. Sin embargo, en cuanta éste sea expuesto a la luz de la luna llena, sacará a flote su verdadera naturaleza. El origen de este criatura proviene de la mitología griega. Esta narra la historia de un rey de una región griega llamada Arcania. Este era conocido bajo el nombre de Lycaon. El mito cuenta de que, a causa de las innumerables muertes y torturas que éste infligía a su polis debido a su impío culto pagano,  el mismísimo Zeus, padre de los dioses, bajo para hablar con él. Acto seguido. exigió una ofrenda para pagar tal ofensa hacia los dioses. Todo el séquito del culto obedecieron y colmaron al dios de grandes ofrendas con el fin de calmar su ira; sin embargo, Lycaon quiso comprobar cual era todo el poder que, el padre de los dioses poseía. Por lo que mató a su hijo y se lo ofreció a Zeus en un majestuoso y suculento banquete; si realmente era un dios, rechazaría dichos majares. Como todos esperaban,  éste se dio cuenta por lo que castigó al sádico rey, convirtiéndolo en el llamado hombre lobo con el único deseo de comer carne humana como castigo. El mito también asegura que este rey maldito tuvo descendencia con la misma cualidad. Así, el nombre de Lycaon se derivó hasta transformarse en licántropo, término usado para hacer referencia a los de su condición.
Ilustración de hombre lobo. Fuente: Google 

A partir del S.XIX comienzan a surgir una acción desbeladora contra el misticismo que había inundado fuertemente la humanidad en los anteriores siglos, el cual bloqueaba y aislaba al ser humano en un conjunto de pautas con el fin de que dichas acciones garantizasen su supervivencia. Con el surgir del racionalismo se comienzan a destruir dichos tabus que, hasta entonces, había condicionando de un forma notable a la sociedad de la época.

Dentro del siglo XIX, en plena presencia del Romanticismo, comienzan a generarse un afán por aquellas criaturas míticas que, durante la historia, había sido producto de pavor para los seres humanos refugiados en el dogmatismo. Así, podemos encontrar obras de suma importancia como la colección de 77 capítulos titulada Wagner the werewolf escrito por George W. R. Reynolds, el cual, habla del peculiar aldeano Wagner el cual, mediante un pacto con el diablo, éste le otorga la inmortalidad; sin embargo, su sentencia fue el convertirse el lobo durante el resto de la eternidad o una obra de gran importancia, dentro de este ámbito es El capitán lobo de Alexandre Dumas. Esta hombre trata bajo la misma temática que obra anterior. Por otro lado, dentro del siglo XX se produjeron una gran cantidad de libros en el cual, nuestro compañero canino generó un gran protagonismo en las su dichas. De esta manera, tenemos obras tan emblemáticas como La marca del lobo elaborado por Rudyord Kipling, relata la historia de una persona que fue transformado en hombre lobo debido a un acto satánico llevado a cabo por un seta secreta. Otra obra fue The Wolfen de Whitley Strieber. Un escritor gratamente reconocido, dentro de la literatura de terror,  también realizó su aportación a este ser en la obra El ciclo del hombre lobo de Stephen King. Otra interesante obra es la que presenta el escritor Peter David, Howling Mad, narra la original historia de un lobo que ha sufrido un ataque de este ser y como consecuencia se transforma en "lobo-hombre". Por otro lado, también tenemos obras como El talismán, coescrita por Peter Straub y Stephen King. Narra un mundo en el cual, los hombres lobo tiene un papel más de protección que de incansables devoradores de vidas. Por último, mencionar algunas obras que, si bien el "hombre lobo" no es el centro del argumento, si son participes de éstos. Así, tenemos dos grandes fenómenos dentro de la literatura como Harry Potter con el entrañable y carismático profesor Lupin, diminutivo del latín lupus (lobo) de J. K. Rowling o Crepúsculo en el que aparecen un pequeño clan de hombres lobos, entre ellos, un de los personajes principales, Jayco, de Sthepenie Meyer.

Símbolo celta del hombre lobo. Fuente: Google 



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